Si usted es de los que deja comida en el plato, tenga en cuenta los daños que pueden hacer esos alimentos al medioambiente.
De acuerdo con estudios de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los alimentos que se producen cada año y se terminan desperdiciando consumen un volumen de agua equivalente al caudal del río Volga, el más largo de Europa y que está en Rusia. Además, esos alimentos son los responsables de añadir 3.300 millones de toneladas de gases de efecto invernadero a la atmósfera del planeta.
José Igor Hleap, Ph.D. en ingeniería de alimentos y docente de la Universidad Nacional, explica que los alimentos que no son aprovechados siguen con un ciclo de vida, hasta llegar a un momento en donde mueren y pierden toda su actividad biológica y por supuesto como fuente de nutrientes para el ser humano.
El experto señala que cuando ocurre esto se inician una serie de procesos metabólicos conocidos como catabólicos, destrucción o descomposición, en los cuales intervienen ciertas sustancias químicas propias de dichos alimentos, microorganismos propios y de la flora exógena, así como también fermentos o enzimas que se encargan de acelerar la descomposición hasta llevarlos sustancias sin ningún valor biológico nutricional y, generalmente, de carácter tóxico o letal.
El hambre en un país que a diario tira 26.700 toneladas de comida
‘Debemos trabajar juntos en la lucha contra el hambre “En estos procesos se forman sustancias intermedias que además de causar los problemas anotados, contribuyen a la contaminación medioambiental sino se toman las medidas pertinentes. En dicha descomposición se liberan elementos químicos y moléculas tales como el carbono (C), el nitrógeno (N2), sustancias volátiles con olores fétidos y repugnantes que conllevan a la contaminación del aire, al aumento de la temperatura (calentamiento global) y a la generación de enfermedades, epidemias y demás situaciones negativas que afectan el bienestar humano y medioambiental”, manifiesta Hleap.
Sobre los alimentos que dejan mayor huella ambiental, José Igor Hleap detalla que son aquellos ricos en carbohidratos, proteínas y grasas, debido a que estas sustancias están conformadas por derivados del carbono y del nitrógeno, que como son las sustancias que más contaminan el medioambiente en sus procesos de descomposición.
La Universidad Nacional de Colombia, tras un estudio la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos de Bogotá (UAESP), concluyó que uno de los residuos orgánicos que se generan en nuestra dieta alimentaria y que producen impactos son:
Lavazas: son aquellos alimentos que han pasado por algún proceso de cocción, entre estos están: restos de comida y carnes, restos de plantas aromáticas, entre otras. Estos residuos pueden contener exceso de sal que genera toxicidad en plantas, saliva humana que puede generar riesgo de contaminación con posibilidades de generar enfermedades en animales.
Grasas: demora los procesos de descomposición, traen microorganismos contaminantes y malos olores.
Residuos crudos: corresponden a residuos antes de la preparación de los alimentos, tales como frutas, verduras en general, cascaras de frutas y verduras, restos de hortalizas residuos de preparación de jugos en general y granos. Es importante aclarar que estos residuos por su alto contenido de agua generan lixiviados y gases de efecto invernadero.
‘Debemos trabajar juntos en la lucha contra el hambre’
Un país entre el drama del hambre y el desperdicio de comida